CULTURA

La pileta de la plaza de Curacaví: un símbolo que vuelve a la vida

Durante años, la pileta de la Plaza Presidente Balmaceda fue uno de los elementos más reconocibles y queridos de Curacaví. Ubicada en el centro del principal paseo público de la comuna, esta estructura no solo adornaba el lugar con agua en movimiento, sino que se convirtió en un punto de encuentro, descanso y recuerdos para muchas generaciones.

Con el paso del tiempo, la pileta dejó de funcionar. El agua desapareció, y su estructura quedó seca, transformándose en un reflejo del abandono que por momentos afectó a la plaza. Aun así, su presencia siguió siendo simbólica para la comunidad, que ha mantenido vivo el recuerdo de cuando la plaza lucía en plenitud, especialmente durante diversas celebraciones.

Hoy, como parte de los trabajos de mejoramiento del espacio, la pileta está siendo intervenida. Aunque los detalles técnicos del proyecto aún no se han dado a conocer públicamente, el simple hecho de verla nuevamente en reparación ha despertado ilusión entre los vecinos. Muchos esperan que vuelva a funcionar, como lo hacía en décadas pasadas, y que contribuya a embellecer el entorno.

La pileta no es solo un adorno: representa parte de la identidad local, de la infancia de muchos curacavinanos y de la historia viva de la plaza. Su posible recuperación es vista como un pequeño pero importante paso para que la comuna vuelva a proyectarse como un lugar atractivo, tanto para quienes la habitan como para quienes la visitan.

Conservar estos espacios es una responsabilidad compartida. Su cuidado no solo protege el patrimonio de la comuna, sino que asegura que las futuras generaciones también puedan disfrutar de su valor y significado.